Sin embargo, uno de los más extraños y menos prometedores aplicaciones de la propulsión de cohetes fue aplicada a la bicicleta, fue a finales de 1920. Muchos ciclistas de carreras alemanes se atrevieron a competir entre sí en pistas. Se corría un gran peligro y la gran parte ellos termino en desastre.
Los conocidos ciclistas de carreras Max Hahn y Oskar Tietz, con otra pareja desconocida, prueban la propulsión de cohetes en sus bicicletas en la pista Olympiabahn en Berlín-Plötzensee, en el otoño de 1929.
En marzo de 1931 Richter adjunta doce cohetes de combustible sólido en polvo negro a su bicicleta, y luego hizo un recorrido por el circuito Avus de Berlín.
Richter utilizó una caja blanca suspendida de la barra transversal de la bicicleta, en su interior estaba la batería que se usaba para encender los cohetes de combustible sólido y era controlada por interruptores instalados en el manillar.
Preparándose para la prueba de funcionamiento
Richter va bien desde el principio
Richter, puede verse en una zanja en la parte superior derecha
Richter se acerca con cautela a su máquina caída.Las explosiones de estos cohetes de combustible sólido no eran desconocidos.
Los relatos difieren en cuanto a lo que sucedió , según un informe, todo fue bien hasta que llegó a 55 mph, cuando perdió el control y fue arrojado de su máquina. Milagrosamente, no fue herido de gravedad.
No se sabe si Richter hizo otro intento con el Raketenrad (Bicicleta cohete ), pero las aplicaciones de cohetes con combustible sólido en Alemania disminuyo considerablemente en la década de 1930, debido a las promesas hechas a la propulsión de combustible líquido que por primera vez Walter von Braun lo llevó al avión alemán Me-163 Komet,
Richter va bien desde el principio
Richter, puede verse en una zanja en la parte superior derecha
Richter se acerca con cautela a su máquina caída.Las explosiones de estos cohetes de combustible sólido no eran desconocidos.
Los relatos difieren en cuanto a lo que sucedió , según un informe, todo fue bien hasta que llegó a 55 mph, cuando perdió el control y fue arrojado de su máquina. Milagrosamente, no fue herido de gravedad.
No se sabe si Richter hizo otro intento con el Raketenrad (Bicicleta cohete ), pero las aplicaciones de cohetes con combustible sólido en Alemania disminuyo considerablemente en la década de 1930, debido a las promesas hechas a la propulsión de combustible líquido que por primera vez Walter von Braun lo llevó al avión alemán Me-163 Komet,
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